[Cine] ‘Library Wars’. La última línea de defensa de la literatura

 “Ya se ha perdido mucha historia. Se han destruido ideas.
Se ha destruido la verdad. Jamás lo permitiremos”.

Director Nishina (Library Wars, 2013)


Desde el comienzo, Library Wars es un film impactante. Un grupo de personas entra en una biblioteca con unos bolsos. De ellos sacan una mascara anti-gas y luego armas, con las que disparan tanto al personal como a los lectores. Pero no termina ahí. Uno de ellos toma un lanzallamas y comienza el fuego. Los libros arden en la pantalla. Es la expiación de un “pecado”, en términos de uno de los atacantes.

 


La película es del año 2013 y proviene del Japón. Como toda ficción, Library Wars toma elementos de la realidad para construir una historia sobre ella. El clásico “what if” o, traducido al español, “que pasaría si…” Y el mundo en el que sucede el film lo vemos tomar forma ante nuestros ojos.

El incendio de esa biblioteca, la de Hino, da paso a una cronología, que vale la pena reponer. 1988: se presenta el “Acta de mejoramiento de los medios de comunicación” que busca “restringir la pornografía, y las imágenes violentas y discriminatorias”. A partir de su aprobación, las librerías deben entregar los libros censurados que serán quemados por el Estado. Para ello es creado un grupo especial, dentro de las fuerzas del aparato del Estado: el Comando de mejora de los medios (CMM, por sus siglas en español).




Es interesante como el film, que se nos presenta como una guerra alrededor de los libros, incorpora la censura de los medios de comunicación. Lo que está en juego entonces es el control de distintos elementos que forman opiniones y que a la vez pueden crear opiniones críticas, a lo que el Estado responde con un método de control directo. No es casual entonces el nombre de: “Comando de mejora de medios”. Menos casual aún es la utilización del concepto de “mejora de los medios”. Este implica que un sector de la sociedad, que está en los cargos del Estado y puede hacer uso de toda su estructura, sabe que es mejor y peor para una parte o el conjunto de la población y actúa en consecuencia. En uno de los debates previos a la aprobación del Acta, uno de sus defensores argumenta “lo hacemos por un bien mayor”.
Pero también el incendio de Hino da lugar a una respuesta antagónica al CMM. Se trata de la “Fuerza de Defensa de las Bibliotecas” (FDB, por sus siglas en español), creadas a partir de la “ley de Bibliotecas”. Esta ley incluye un Acta donde se afirma que ellas “son la única institución con base legal para oponerse a la censura”.
Las bibliotecas se vuelven así un refugio de la libertad de expresión, de opinión y de lectura.

 




La FDB es un cuerpo en general civil, con empleados administrativos que atienden a los lectores, reponen los libros y garantizan el funcionamiento de las bibliotecas de Japón. Pero con eso no basta. Tiene también un cuerpo de Elite que es el que enfrenta al CMM aún en las peores circunstancias. A él se quiere integrar Iku Kasahara, la protagonista de la película, que le agrega el toque emocional a esta historia.

Su deseo se remonta a su infancia, cuando un miembro de la FDB impidió que le quiten un libro que quería comprar en una librería. De esta manera, el guión nos permite un descanso con las escenas de Iku, su amiga Asako y Hikaru (el talentoso del grupo) como aspirantes a la FDB y su grupo de Elite. El entrenamiento, a cargo del Comandante Dojo va desde el conocimiento legal hasta el uso de armas de fuego, lo que parece exagerado.


El status quo existente en la ficción (no podemos hablar de equilibrio cuando claramente hay un desequilibrio de poderes entre el CMM y la FDB) comienza a romperse cuando la población queda shockeada por la detención de un asesino de mujeres. Entre sus pertenencias encuentran varias obras censuradas, que provenían de la Biblioteca de Musashino donde se encuentra Iku.

El CMM aprovecha esta situación para hacerse presente en la Musashino y exigir la incautación de los libros de circulación prohibida que guarda, en nombre del Acta de Medios. El Comandante Genda se niega, alegando el Acta de Bibliotecas. Ante la evidente superposición de poderes y el vacío legal que significa, la CMM anuncia que se presentará a incautarlos por la fuerza. Y agrega que el Ministro del interior ha autorizado el uso de armas de fuego.



“La guerra es la política por otros medios”, sostiene un militar del siglo XVIII. La cita es válida para el mundo del film. El CMM ha ido evolucionando desde su creación a formatos cada vez más militares, utilizando desde escudos antimotines y gases lacrimógenos para luego ser habilitados a portar ametralladoras con balas de plomo. Del otro lado, solo el grupo de elite de la FDB está armado, sólo pueden disparar en defensa propia y dentro de una biblioteca. Pese a la situación desfavorable, se despliega para intentar detener el ataque.


Si con esto no alcanzara, la muerte del director de la Biblioteca de Historia de Odawara pone en custodia del FDB los archivos privados personales del director, no alcanzados por el Acta de Medios, y que se dice contienen información tanto del accionar del CMM así como indicios de los responsables del incendio de Hino. Pero una cosa es quedar en custodia de esos papeles y otra muy distinta será trasladarlos desde la de Odawara hasta la Biblioteca de Musashino. La historia que representan esos libros, revistas y papeles (y que no sólo representan, sino que también corporizan por las pruebas que hay en ellos) estará en disputa.



Volviendo del plano argumental al técnico, es destacable el enorme trabajo de producción que tiene el film. La utilización de una enorme cantidad de personas para mostrarnos bandos densamente poblados, más la variedad de escenarios por donde actúan e interactúan. Para las escenas bélicas se utiliza una estética realista que carga de tensión al espectador. Los planos generales y el seguimiento de movimientos están excelentemente filmados, siendo el único punto flojo los primeros planos donde puede notarse la utilización de balas de fogueo (lógicamente es su uso, innecesario el primer plano) y que también se pierde el contexto de combate que nos presenta la película.

Como ya hemos mencionado (y puede verse en los nombres de los personajes y lugares) Library Wars está producida en Japón por Toho (la responsable de la saga de Godzilla, por dar un ejemplo) y basada a su vez en una novela de (que había sido adaptada previamente a una serie animada). En esta versión actuada, la historia se desarrola con un nivel de seriedad y adultez argumentativa.

Las referencias que nos pueden venir a la cabeza inmediatamente son dos: Fahrenheit 451 de Ray Bradury (llevada a la pantalla por Truffaut en 1966) y la novela 1984 de George Orwell (adaptada por Radfort en el año que da título a la obra). Si bien pueden compararse elementos de ambas con elementos del film (el fuego, la estructura opresiva) es necesario descartar la idea simplista de una copia. Japón estuvo atravesado en el siglo XX por fuertes discusiones a favor y en contra de la censura. La quema de libros también está presente en “Los desterrados”, un magnífico relato de Bradbury. Películas famosas como JFK (1991)1 o El informe pelícano (1993) trabajan los entretelones de la política. Otra cinta de Japón, en este caso de animación, pone en escena el desarrollo de un golpe en un ambiente futurista, Patlabor II (1993). Ya globalmente, el siglo XXI ha vuelto a poner el debate de la censura, ahora con el nombre de “cancelación”, en el centro de las discusiones sociales.


ACTA DE LIBERTAD DE LAS BIBLIOTECAS

1. Las bibliotecas son libres de recopilar material.
2. Las bibliotecas son libres de distribuir dicho material.
3. Las bibliotecas garantizan la privacidad de sus mecenas.
4. Las bibliotecas se pueden oponer a la censura inapropiada.
Cuando haya un ataque a una biblioteca estamos a cargo de su protección hasta las últimas consecuencias.
Protegemos los libros y la libertad de la gente.
Porque las naciones que destruyen sus libros acabarán destruyendo a su gente.

Interseries
julio-2021

Notas

1.Un análisis pormenorizado de JFK de Oliver Stone, 1991, aquí.

Trailer (en japonés)



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