JFK de Oliver Stone, de frente al Poder


1963 – 1991

Era el año 1991. Una de las películas más potentes de la Historia se estrenaba internacionalmente en cines. Oliver Stone, un director en ascenso gracias a Nacido el 4 de julio (1989), película que se centraba en las atrocidades de la guerra de Vietnam, había decidido tocar un tema aún más tabú en su país: el asesinato de John Fitzgeral Kennedy (JFK por sus iniciales).

A nivel técnico, Stone es un excelente director y lo demuestra en este film de casi tres horas de duración, con un guión sólido, una actores de primera línea Kevin Costner, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Sissy Spacek y hasta el gran Jack Lemmon. El propio fiscal Jim Garrison participó como actor, siendo él interpretado a la vez por Costner. A estos apellidos se le suma un gran trabajo de producción, locaciones, así como de investigación y búsqueda de archivos. 

JFK es otra demostración de que el arte siempre tiene algo más que un contenido ideológico, aún cuando sea dominante como en este caso. Lo mismo que podemos ver en esa joya del cine que es Acorazado Potemkin de Eisenstein, en los albores de la URSS, tanto en las míticas escaleras y los planos arriba del barco. Hay arte como no se había visto hasta ese momento.

El asesinato de  Kennedy  no es  uno de los sucesos norteamericanos más recordados en Sudamérica, donde son más habituales los Golpes de Estado.

En los Estados Unidos ha sido un punto de inflexión, que no puede sino rememorar al asesinato de Lincoln, más allá de las distancias políticas.

Para la época en que Kennedy había sido elegido presidente, la política bélica hacia Cuba había fracasado (Playa Girón, hecho del cual participa indirectamente Rodolfo Walsh), por lo que las empresas de armamento estaban preocupadas por el desarrollo bélico de Estados Unidos, que venía en ascenso. ¿Sólo las empresas de armamentos? La película nos mostrará que no.

Las conspiraciones no vienen sólo de empresas y medios malos. Más de uno podría sorprenderse de saber que altos funcionarios de Estado son dueños indirectos de esas empresas.

 

¿Quién mató a JFK?

En 1968, Rodolfo Walsh se preguntaba en Argentina por los responsables del asesinato de Rosendo Fraga desde el diario de la CGT-A, publicado como libro en 1969 (¿Quién mató a Rosendo?). Casi a la par, en los EEUU, el Fiscal de Estado Jim Garrison se hacía la misma pregunta sobre JFK (entre 1966-1968). Pero allí no había ‘un muerto que hablaba’. Lo que había era decenas de testigos y grabaciones que habían sido escuchados y vistos con poco interés por… los grandes niveles del Estado.

El 22 de noviembre de 1963, durante una visita a Dallas, Texas, el presidente Kennedy es asesinado. El gobierno norteteamericano rápidamente encuentra al culpable: el infame Harvey Lee Oswald, digno de los mayores círculos del infierno dantesco. El día que lo trasladaban a declarar, un patriota lo asesinó. Esa es la historia. Al menos la historia oficial.

Es interesante que si uno pone Harvey Lee Oswald en Wikipedia, aparece efectivamente como el asesino de J.F.K. Wikipedia no existía aún en 1963.

Sería un largo spoiler desarrollar como Garrison desarma la teoría oficial sobre el asesinato de J.F.K, realizada por las oficinas del Estado de los EEUU.

Basta mencionar algunos elementos.

Según el expediente del caso, en base a las pruebas tomadas por los organismos de seguridad del Estado, Oswald mató a Kennedy con una de las tres balas disparadas por alguien sin entrenamiento en armas (para justificar esto, se llegó a difundir que Oswald era un agente soviético).

El problema es que los testigos y las grabaciones demuestran al menos cuatro disparos. Si Oswald hizo tres, había un segundo tirador, coordinado con el primero y que sabía exactamente dónde, a que hora y en qué lugar ubicarse. Si hay dos tiradores, hay un mínimo de conspiración. ¿Cómo se las arreglan un inexperto y su cómplice en burlar la seguridad presidencial? Acá se le dice “zona liberada”. Y sabemos que la policía, que puede cumplir órdenes de la justicia, depende en su estructura del Estado. Del Ministerio de Seguridad. Es decir, del Poder Ejecutivo y su Ministro.

Pero en Dallas no estaba sólo la policía local. Se trababa de una visita presidencial. El terreno había sido investigado y cubierto previamente. Con el presidente había comitivas del FBI, la CIA y el Servicio Secreto. ¿A todos ellos engañó Oswald?

Así como no fueron tres disparos, toda una serie de hechos apunta en una dirección distinta. Otro ejemplo, el recorrido del presidente fue modificado a último momento por Seguridad nacional, aún sabiendo que el nuevo camino presentaba una enormidad de peligros.

Para intentar ser breve e invitarlos a que vean JFK, el eje central del juicio pasa por la acusación sostenida por los funcionarios políticos, policiales y militares de los rangos más altos del Estado. Toda la teoría oficial del Estado está basada en la bala que mató a Kennedy. Segun estos funcionarios, esta bala habría entrado y salido del cuerpo de Kennedy una decena veces, generándole heridas de muerte. Todo por una sóla bala. Se la denominó como la teoría de la “bala mágica”. Decenas de los mejores tiradores del ejercito norteamericano intentaron imitar semejante disparo. Ninguno siquiera estuvo cerca -1-. Esa es la teoría que el fiscal Garrison se centra en desenmascarar, para luego enfocarse en la existencia de multiples tiradores y el accionar de las fuerzas de seguridad del Estado ese día, semanas antes y semanas después.


¿Quiénes eran esos altos funcionarios que defendieron la teoría de la "bala mágica" como la teoría oficial del Estado? Se los denominó como la 'Comisión Warren', ya que el presidente de la Corte Suprema de los EEUU era parte. Dos congresistas y dos senadores eran parte, divididos entre Demócratas y Republicanos, un ex director de la CIA y un ex presidente del Banco Mundial.

Ellos fueron la cabeza de la teoría oficial de la bala mágica y de la culpabilidad única y en solitario de Harvey Lee Oswald.

Al médico personal del presidente se le negó la posibilidad de presenciar la autopsia, que se hizo por una junta médica militar, quienes a su vez firmaron un compromiso de no divulgación

Pocos años después y con el vicepresidente de Kennedy a cargo, el Ejercito, la Cia y el FBi deciden la invasión a Vietnam.

 

Antecedentes, contemporáneas y sucesores 
de un film monumental

Es imposible pensar en todo este desarrollo de la película sin volver a Stone, a su protagonista Kevin Kostner y al resto del equipo. Los actores debieron ponerse en la piel de funcionarios del Servicio secreto, agentes de inteligencia, funcionarios del más alto nivel.

A diferencia de otras narraciones sobre situaciones extremadamente complejas, Stone decide encararlo de frente, mostrando al mismo tiempo la gran escala de entramados políticos con las dificultades que pasa la familia y los compañeros de fiscalía de Garrison durante todo el proceso que dura el juicio.

En este sentido, tiene una “crudeza poética” que podemos relacionar con Tierra y Libertad de Ken Loach, diferenciándola de El viento que acaricia el prado, dónde la brutalidad de la realidad se impone sobre el propio film, sin ninguna mediación.

Se podría objetar que es una película “hollywoodiense”. Pero ese no es el punto. Todo el problema es que refleja la realidad. El accionar conjunto de distintos sectores de Inteligencia del Estado para planear un magnicidio. En todo caso, es una mala interpretración del termino “hollywoodiense”, o acotada por desconocimiento. El Hollywood de la década dorada fue el cine que marcó la historia con guiones, protagonistas y directores que hacían la diferencia. Ahí están (entre otros) Charles Chaplin haciendo El gran dictador y el gran Orson Welles para demostrarlo. Muchos de los actores, guionistas y directores del cine de oro de Hollywood fueron perseguidos por la comisión McCarthy.

No se trata acá de idealizar a J.F.K. No hablamos del muerto, sino de su asesino. Sus asesinos. Y esa es la mayor fuerza de la película, la de tener la capacidad de presentarnos una enorme cantidad de datos, pruebas y contrapruebas en tan sólo dos horas y minutos.

No es casualidad que Kevin Kostner protagonizara por esos tiempos Los intocables, en un papel similar. A los pocos años se estrena El Informe Pelícano, una ficción que intenta seguir las líneas de Stone con una mezcla del cine de intrigas y de acción, más una trama menos compleja, aunque no deja de ser una muy buena película. Pocos años después Bryan Singer volvería a llevar la capacidad narrativa del cine al límite en la ficción ‘Los sospechosos de siempre’ de 1995.

JFK es, sin dudas, un monumento al cine, al valor del cine (así como lo es 2001, Odisea del Espacio o Solaris) a la vez que tuvo la potencia de remover los cimientos de la sociedad norteamericana y el poder del Estado. Muchos de los documentos oficiales de las distintas Agencias de Inteligencia siguen siendo material clasificado, de no acceso al público.



Interseries
Noviembre 2020 - Enero 2021

Notas:

-1- La 'bala mágica' explicada en la película:


Nota en Wikipedia que explica la "teoría de la bala mágica".


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