Departament of Truth: ¿El mundo será Tlön?

Lenguaje, realidad y conspiraciones en la ficción



Primera escena

Interrogatorio. Un hombre rodeado por agentes que le repiten que ya todo esta decidido, que no tiene salida. El hombre es nada menos que a Harvey Lee Oswald, el supuesto asesino de Kennedy (1). La escena está visualmente construida con magistralidad, con un trabajo de la pintura y acuarelas que constituyen una imagen potente pero a la vez difusa.
En Latinoamérica quizás sea una figura poco conocida, pero en los Estados Unidos iniciar una historia con Oswald es apostar fuerte desde la primera página.

 

Segunda escena

Nuevamente un interrogatorio, en este caso a un hombre, desconocido y muy asustado. Esta allí para relatar su participación involuntaria en una reunión de terraplanistas y, por sobre todo, un muy particular vuelo en avión en búsqueda de los límites de la Tierra.


 La eterna pregunta por la verdad

Departament of Truth dispara en su primer número una pregunta que viene desde los antiguos griegos. La pregunta por la verdad y la realidad, pero reformulada en términos actuales:

¿Cuál es la relación entre realidad y el lenguaje?

A partir de ella se desprenden dos interrogantes más:
¿Cómo actúa la línea que separa los discursos conspirativos de la realidad?
¿Qué pasa cuando esos discursos toman más fuerza que la propia realidad?
En ambos sentidos esta serie presenta unas ideas más que interesante.
¿La realidad se construye desde el discurso?
Es una posición bastante aceptada en la academia y el pensamiento contemporáneo. Sin embargo, esto genera una serie de desprendimientos lógicos complicados:
¿Es el terraplanismo, en tanto discurso, una realidad más?
¿Hay discursos reales y discursos irreales? ¿Quién define cuál es uno y cuál el otro?
La primera pasa por preguntarse por cómo funcionan los discursos. Es interesante señalar que, si bien el enfoque se centra en los discursos terraplanistas o de la “nueva derecha” (textual), los mismos pueden pensarse en relación a la mayoría de las teorías actuales (posmodernas), cuyo elemento unificador es justamente la posición del lenguaje como constructor de la realidad (2).

La búsqueda de respuestas se desgrana en poder formular preguntas más específicas, cuyas respuestas pueden ir armando un camino o una explicación (casualidad o no, es una referencia directa al método científico).

La pregunta que hemos señalado al principio pone en discusión las lecturas actuales.

Podemos marcar como se presentan estas preguntas en dos partes del comic.



En segundo lugar, la potencialidad de juego dentro de la ficción (en este caso el comic) permite a los autores con una posibilidad ficcional ¿qué pasaría si el pensamiento podría modificar la realidad del mundo, como generar un vacío donde antes había un edificio?
Hemos visto en el mundo de los superhéroes ‘poderes’ de cambiar la materialidad, pero en este caso se trata de grupos de personas normales y cuyas potenciales modificaciones están centradas sólo en los intereses del grupo. Así se presenta el interrogante:



Para pensar esta interacción, esta imposición del plano ideal sobre el plano material, podemos remontarnos al mundo ficticio de Tlön, creado por Borges en 1945.
En el más que recomendable relato que abre Ficciones, Tlön es un mundo literario, como puede serlo la Tierra Media de Tolkien, que sutilmente va invadiendo el mundo real del relato. El texto cierra con una sentencia categórica: “el mundo será Tlön”. La sentencia es, además, apocalíptica: se trata, ni más ni menos, que de la victoria de una invasión imposible.
En Departament of Truth el resultado final de estos conflictos está lejos. El propio departamento, que depende del Estado, es el que intenta evitar esas modificaciones, aunque, para darle más suspenso, parece que el departamento oculta otros objetivos (¿alguien dijo Nerv?).

Será interesante ver como se desarrollan estas dicotomías en los siguientes números, pero ya este primer número individualmente alcanza para pensar todos estos interrogantes. Espero personalmente que los autores (James Tynion IV en guión y Martin Simmonds en los lápices, editado por Image) puedan evitar los caminos ya delimitados lo políticamente correcto (aclaro que esperé a publicar esta nota para leer el número dos).

Antecedentes

Para quienes hayan llegado hasta acá con la reseña, probablemente la idea general se les haga conocida. La posibilidad de la ficción para alterar la realidad, las paranoias conspirativas, los grupos secretos del gobierno son temáticas habituales en la mayoría de las construcciones artísticas (literatura, cine, comics, series, pintura).
A los ya mencionados, el relato de Borges y la referencia indirecta a Evangelion, se le suman algunas obras literarias evidentes: 1984 de Orwell (de donde proviene el nombre ‘Ministerio de la Verdad’) y Fahrenheit 451 (de Ray Bradbury). Se pueden agregar películas como Matrix, Dark City y Hombres de Negro, para nombrar algunas.
Mención aparte merece Planetary, una joya del comic que no tiene la valoración que se merece, con Warren Ellis como guionista (3). En esta obra se nos presenta a grupo de personas con poderes ‘especiales’, cuyo objetivo es lidiar con alteraciones en la realidad del mundo para resolverlas sin que la gente pueda notar lo ocurrido.
La frase de cabecera del comic, muy interesante para pensarla desde la actualidad y a la vez, en relación a Department of Truth y las preguntas que nos abre, es “El mundo es un lugar extraño. Dejémoslo así”.


Interseries
Noviembre- Diciembre 2020

Notas:
(1). Pueden saber más en 
https://interseries-literarias-sociales.blogspot.com/2021/01/jfk-de-oliver-stone-de-frente-al-poder.html

(2). Sobre el terraplanismo, es muy extraordinaria la manera en que los Monty Python ironizaron sobre él en la introducción al film The meaning of life (1983). En youtube:
Parte 1 https://www.youtube.com/watch?v=aSO9OFJNMBA
Parte 2 https://www.youtube.com/watch?v=lNlYBNTCBG8
el recorte del final: https://www.youtube.com/watch?v=CYac8ngF1vg

(3). Pueden leer una reseña de Planetary en:
https://cafeletrasyartes.wordpress.com/2017/04/24/planetary-rompecabezas-de-culto/



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